La obesidad desde el punto de vista patológico

Actualmente, los medios de comunicación y las redes sociales hablan del sobrepeso y la obesidad desde el punto de vista estético, incluso hay algunos medios que nos intentan decir que lo aceptemos y que cada uno debe quererse como es, y sí, cada uno debe quererse a sí mismo y no compararse con los demás, pero de ahí a tener unos malos hábitos de vida de mala alimentación y sedentarismo que lleven a un exceso de grasa mantenido en el tiempo puede traer malas consecuencias a largo plazo.

Y es que debemos considerar la obesidad como una enfermedad crónica, multifactorial y multicausal, que se corresponde con una alteración de la correcta función del tejido adiposo, tanto de forma cuantitativa como cualitativa, en su capacidad para almacenar grasa.

Cuando una persona se encuentra en un estado de obesidad durante un periodo de tiempo prolongado el cuerpo entra en un estado de obesidad crónica y el cerebro llega un momento que interpreta que ese es su peso natural. Esto va a suponer que cuando la persona quiera realizar un programa de pérdida de peso el metabolismo se va a resistir porque va a detectar que se está alejando demasiado de lo que considera que es su peso habitual en los últimos años. Esto se le atribuye el término de termogénesis adaptativa que hablaremos en otro post.

La mayor probabilidad que aparezcan enfermedades metabólicas se debe a que las moléculas de grasa, especialmente las que están pegadas a las paredes de los órganos van a generar:

  • Adiposopatía: se debe a un estado inflamatorio del tejido adiposo (tejido graso), que va a generar tanto un aumento del del tamaño (hipertrofia), como un aumento del número de adipocitos (hiperplasia). Esta se va a traducir en un aumento de las citocinas, interleuquinas 6 y 8, proteína C reactiva, lo cual va a generar que se active el sistema inmune provocando que puedan aparece enfermedades como la diabetes, alteraciones cardiovasculares, etc.
  • Lipotoxicidad: la misma palabra lo dice, el tejido graso genera un tóxico que afecta al tejido donde se encuentra.

Referencia:Suárez-Carmona, W., Sánchez-Oliver, A. J., & González-Jurado, J. A.(2017). Fisiopatología de la obesidad: Perspectiva actual. Revista chilena de nutrición, 44(3), 226-233.

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